lunes, 22 de abril de 2013

Bola de Fuego en el Cielo se vio desde La Pampa


El hecho se produjo en la madrugada del domingo 21 de Abril de 2013, y según los testigos, se pudo observar en el cielo pampeano. El mismo fenómeno, pudo también ser apreciado en varias provincias argentinas, dando nota los cientos de testigos que se sorprendieron del fenómeno.

Allá por el 28 de Septiembre del 2009 un hecho similar tuvo característas similares, en donde muchos pudimos ser testigos de una inmensa estela dejada por un objeto en el cielo "De acuerdo a las primeras versiones, se trató de un objeto que surcó el espacio dejando una estela celeste, hasta que estalló produciendo un ruido estremecedor que algunos dicen que se sintió como un sismo." así lo indicó el diario Los Andes de Mendoza.


A continuación extraemos algunos textos de distintos diarios de la provincia con testigos que relatan lo vivido.

Aseguran ver un objeto incandescente (Diario La Arena, 22 de Abril 2013)

Vecinos de distintas localidades de esta provincia aseguraron ver ayer una bola de fuego similar a un meteorito. Por su parte, un hombre aseguró observar el objeto en la ruta provincial 7, antes del cruce con la ruta nacional 5, en cercanías de Colonia Inés y Carlota. Dijo que le pareció ver "que era un avión que caía en el cielo". Y le dio aviso a los efectivos de la Subcomisaría de Anguil que rápidamente se movilizaron a la zona junto a otros uniformados. También se alertó a los integrantes de Defensa Civil de esta ciudad. Un fenómeno similar pudo observarse ayer a la madrugada en al menos seis provincias del norte y del centro de este país aunque no se reportaron víctimas personales o daños. En tanto, las personas que fueron consultadas por La Arena en esa zona aseguraron que no vieron nada "ni siquiera policías". Por otra parte, los efectivos sostuvieron que se encontraban recorriendo la zona y se estimaba que estarían en el lugar hasta altas horas de la madrugada.

Telén.
En Telén, hacia el suroeste, vecinos vieron caer una bola de fuego. Fue a las 19 de hoy y no se formó aureola. "Era una bola de fuego que cayó en el horizonte, momento en el que se estaba poniendo el sol", contó un vecino a La Arena.

Arturo Sol andaba buscando su perro cuando vio caer una bola de fuego en el cielo telenense. "Primero pensé que era un avión a chorro como que venía en picada, después me di cuenta que se trataba de otra cosa. Era como una bola de virulana que desparramaba chispas para todos lados", sostuvo.

"Luego explotó y quedó como un humo que se mantuvo unos diez minutos. Apenas lo vi llegué a la estación de servicio que está sobre la Ruta 10 y le comenté a la gente que estaba ahí y ellos pudieron ver una especia de aureola que comenzó a desdibujarse", precisó Sol.

Acontecimientos similares 

En septiembre de 2009, un fenómeno similar se pudo ver en cielo pampeano. Aquel día, los medios informaban: "Vecinos del oeste pampeano no salen del asombro luego de presenciar la caída y posterior explosión de un cuerpo desconocido en cielo pampeano. Alrededor de las 19 horas una bola de fuego cayó desde el cielo y a los pocos segundos se desintegró dejando dos aureolas, una celeste y la otra de color blanco. Las extrañas siluetas permanecieron casi dos horas, mientras caía la tarde".

Algunas de las imágenes de aquel entonces se pueden observar a continuación:






El director de Investigaciones Astronómicas y Espaciales de Misiones, Sergio Toscano aseguró a Télam que “Nosotros creemos que se trata de un meteoro que forma parte de la lluvia de estrellas fugaces que está teniendo lugar estos días y que se llama Eta Líridas porque se produce en la constelación de la Lira”. De igual manera se expresaron expertos estadounidenses en el portal de Internet Spaceweather.com, que brinda información astronómica, al tiempo que atribuyeron el fenómeno a los restos de un cometa llamado Thatcher.

"La Tierra está entrando en una corriente de residuos del antiguo cometa Thatcher, fuente de la lluvia de meteoros Líridas anual. Por lo general, esa lluvia es leve (10 a 20 meteoros por hora)”. Pero este año su fuerza sería 10 veces mayor y los astrónomos ya esperaban desde ayer "un espectáculo" para los observadores del cielo, publica el diario La Nación.

El especialista argentino que también habló de una lluvia de meteoros sin embargo explicó que el fenómeno avistado ayer “nada tiene que ver con el paso de cometas”, porque esos meteoros son “residuos de la formación del sistema planetario”, originados hace 4.600 millones de años.

Por su parte, el director del Observatorio Astronómico de Santa Fe, Jorge Coghlan, explicó que "se trató de materia interplanetaria, fuera de lo usual, por ser un objeto mayor" de los que estamos acostumbrados a ver.

"Fue una roca de 40 a 45 centímetros", dijo el especialista, y agregó que según las estimaciones "ingresó a más de 130 mil kilómetros por hora".

Coghlan explicó que "por las noches uno puede observar entre 5 y 10 meteoros por hora y por lo general son partículas del tamaño de un grano de arena; lo que pasó ayer fue un bólido de un tamaño mayor. Una roca de 40 a 45 centímetros". Fuente: Infobae.com


Todo parece indicar según los especialistas, de que se trató de residuos de meteoritos, pero no deja de ser interesante que este suceso tenga muchas similitudes con el ocurrido hace tres años atrás. Este portal relata de los distintos hechos que ocurren en la llanura y cielo pampeano en materia de objetos voladores no identificados, pareciera ser que este no lo es... o tal ves quien dice que no lo sea... el tiempo lo dirá.

Guillermo Javier Lafuente

jueves, 31 de enero de 2013

¿OVNI sobre WINIFREDA?



El hecho ocurrió el domingo 27 de enero del 2013, alrededor de las 19:00 horas, en la plaza de la localidad de Winifreda (La Pampa) se tomó una fotografía del cielo en donde puede verse una sombra negra que aparenta ser un OVNI (Objeto volador no identificado).

Jesús Torres, titular de FM Ilusión 91.9 de Winifreda, se encontraba en la plaza de la localidad y fotografió el cielo con intención de tomar las nubes de la tormenta que estaba formándose en la zona.

Torres le contó a Contactoradio (Ed. Castex) que no se dieron cuenta de la imagen al momento de tomar la foto, solo cuando revisaron las tomas vieron la imagen que les resultó rara. Torres manifestó que la lente y el visor estaban limpios, porque sacaron otras fotografías que no muestran la extraña figura. (infocastex.com)

Supesto OVNI sobre las calles de Winifreda

Si bien la foto indicada no es de buena calidad, se visualiza un objeto gris/negro en contraste con las nubes del cielo. Si analizamos las nubes que al momento parecerían no estar altas (recordemos que el testigo estaba fotografiando una tormenta que se avecinaba) el objeto se visualiza por debajo de ellas con lo cual podemos suponer que el objeto se encuentra a baja altura.

No es la primera vez que se producen avistajes de Objetos voladores no identificados en la zona, se los consideran encuentros cercanos del primer tipo. Pero recordemos el famoso caso de Julio Platner oriundo de esa localidad que en agosto de 1983 salto a la fama con la abducción que sufrió por parte de seres extraños, caso encuadrado en encuentros del cuarto tipo, y que ha sido uno de los casos mas relevantes ocurridos en la zona en los últimos años con presencia de objetos, luces y seres extraños.

Tal vez la presencia de este objeto en la foto con el caso de Platner no tenga relación directa, si podemos afirmar que la presencia de OVNIS en la Provincia de la Pampa, ocurre con mucha frecuencia, diría que casi semanal o diariamente.

A continuación recordamos el caso Platner (*)

Platner nación en Winifreda el 31 de Julio de 1950 y tenía 33 años al momento de su primera experiencia. Es un hombre alto, corpulento, gozaba de muy buena salud y tiene cursada la escuela primaria. Lee únicamente los titulares de los diarios y solo algunas noticias. Es callado, honesto, trabajador, y muy buen compañero según las referencias recabadas durante la investigación. Posee numerosas amistades, es respetado y querido y es digno de la confianza de los lugareños. Vive sencillamente con su mujer y sus tres hijos Julio Ariel, Miguel Ángel, y Diego Mariano, que al momento de los sucesos contaban con diez, siete y un año respectivamente. Por aquellos tiempos Platner era empleado de algunas firmas locales y se dedicaba a negocios de hacienda y cereales. Actualmente, es propietario de una semillera. Justamente por sus negocios, el 9 de agosto llegó al establecimiento de Antonio Fischer, doce kilómetros al norte del pueblo, sobre la ruta 35 que une Castex con Winifreda.

Al salir del establecimiento -eran las 19:30- bajó de la camioneta Fiat para abrir la tranquera. En ese momento vio una fuerte luz que lo enceguecío por completo. Se cubrió la cara con las manos en un reflejo instintivo de defensa; al mismo tiempo sintió un extraño silbido como el de una turbina. Si bien algunos -y eso  fue notable en las publicaciones periodísticas que daban cuenta del suceso- hablaban de naves, ovnis o platos voladores, Platner no vio objeto alguno. Solamente es testigo de la luz.

"Cuando me baje a abrir la tranquera fue como si alguien me hubiese puesto un reflector en la cara, como una soldadura autógena, eléctrica que despide muchos rayos y a una cierta distancia hay que cubrirse la vista; yo simplemente vi eso, después allí no recuerdo nada."

A continuación, apareció dentro de una habitación que le resultaba parecida a un quirófano. Las paredes no eran lisas ni parejas, parecían tapizadas, eran de un color parecido al beige claro. Diferenció unas estructuras parecidas a una vitrina que resaltaban del tapizado, tenían una tonalidad semejante a la de las paredes, aunque daba la impresión de algo más claro; no tenían brillo, eran opacas como el resto de la habitación. Sin embargo, estaban iluminadas por una luz blanca, muy clara, natural, que no dañaba la vista y, como en decenas de casos, no se distinguía la fuente de donde provenía, ni producía sombras.

"Estaba claro, muy claro; con una tranquilidad terrible, era algo como para quedarse toda la vida"

Desde el momento en que se encontró en el "quirófano", estuvo sentado en un sillón parecido al de los odontólogos, aparentemente del mismo material de las paredes o del tapizado. Tenía la impresión de que el sillón estaba suspendido en el aire, sin sostén alguno, y se sentía muy cómodo.

A su alrededor notó la presencia de cuatro seres, tres hombres y una mujer, cuya estatura rondaba el metro setenta y siete -Platner tomaba como referencia a un íntimo amigo-, de conformación antropomorfa y cuerpos atléticos. No pudo apreciar si vestían un enterizo muy ajustado al cuerpo o si se trataba de piel de un color semejante al de la habitación. Distinguió labios, aunque no sabía si eran parte del rostro o del enterizo. Diferenció claramente algo parecido a unas botas.

Sus ojos -y este fue uno de los detalles que más le impresionó, junto con la sensación de gran tranquilidad que inspiraban- eran saltones, opacos, grandes y sobresalían del rostro. Se miraban entre ellos fijamente y no tenían párpados.

Tenían un pequeño relieve que se observaba de perfil. Sus orejas estaban bien pegadas al cráneo o sobre el material. Las manos tenían cinco dedos. La mujer se diferenciaba de los demás porque tenía las mismas características físicas de una humana; daba la impresión de ser más delgada que los hombres.

Ninguno tenía pelo. Enfrente suyo estaba uno de los hombres y la mujer; los otros dos estaban cada uno a un costado; uno a la derecha y el otro a la izquierda. Quiso hablar, pero no pudo emitir ningún sonido. Automáticamente sintió una respuesta, un pensamiento silencioso en forma de palabras, sin oír voces. Le decía que se quedara tranquilo, que casos como el suyo había miles, que si quería podía contarlo, que algunos le iban a creer y otros no.

La mujer se acercó a él como si se deslizara y le puso la mano derecha sobre su mano izquierda. Mientras tanto, el ser parado a su derecha hacía lo mismo en su hombro. Repentinamente, apareció en las manos del ser de la izquierda una especie de tubo, compuesto por una mitad rígida y la restante flexible, transparente, de unos veinte centímetros y del mismo color de la habitación. El perceptor no pudo apreciar si lo tenía desde el primer momento o si lo extrajo de las vitrinas.

Luego le colocaron el tubo -la parte rígida- en la muñeca de la mano izquierda. No sintió dolor o roce alguno. Siempre tuvo la misma sensación: notaba el contacto pero no lo sentía; podía ver que lo tocaban pero no sentía presión alguna. Después, con la parte flexible -la más fina del tubo- buscaron la flexura del codo; Platner vio como la sangre ascendía por el tubo hasta la parte rígida. Subía sin ningún tipo de presión, al revés que las extracciones comunes.

Intentó tocar al ser de la derecha - el que tenía una de sus manos sobre el hombro- pero chocó contra algo invisible. Lo mismo le sucedió al querer incorporarse. En esta instancia, su frente volvió a tocar algo. Sin embargo, los seres se movían normalmente.

Después de la extracción, por medios propios o por una orden, se incorporó sin inconvenientes. Le llamó la atención que, estando tan cerca, no se llevase por delante a ninguno de los seres; la realidad era que ya no tenía a nadie alrededor. Se sintió parado de su camioneta, con las manos sobre el volante. Sorprendido, comenzó a mirar hacia todos lados. Su primera intención fue poner el motor en marcha, y dar la vuelta instantáneamente. Al encender las luces, se dio cuenta que estaba a diecinueve kilómetros de la tranquera del establecimiento del señor Fischer, donde se había iniciado la extraña experiencia. Estaba en la ruta de tierra 11, que une la ruta 35 con Villa Mirasol. La camioneta estaba ubicada de oeste a este.

Cuando llegó a la intersección de las rutas, con mucha tranquilidad, recordando todo lo sucedido, pensó que la tranquera había quedado abierta, y que el señor Fischer le había recomendado cerrarla por los animales del establecimiento.

Cuando llegó, efectivamente, la tranquera estaba abierta; antes de seguir viaje, aprovechó para mirarse el brazo izquierdo. No tenía ningún tipo de moretón ni gotas de sangre, pero veía una especie de cascarilla en la flexura del codo. Se alejó preguntándose si todo había sido realidad o producto de un sueño o delirio.

Aproximadamente a las 20:25, llegó al lugar donde trabajaba y no contó nada, se sentía muy tranquilo. Al llegar a la casa y ver a sus hijos se desesperó, pensando en qué les pasaría a ellos sin él. Allí contó todo.

Esa noche le fue imposible dormir, pues recordaba todo lo sucedido y sentía ardor en las marcas. Al otro día comprobó las huellas de la camioneta -tiene tres ruedas anchas con dibujo y la otra fina y lisa que las hace inconfundibles- sobre la ruta 11 y en la tranquera. Las huellas demostraron que el trayecto se cortaba aun metro y medio de la tranquera y en el viraje de la ruta 1; estaban en el camino de tierra donde apareció y fundamentalmente en desvío de la ruta 35, cuando regresó a cerrar la tranquera de Fischer.

(*) Acevedo, J; Berlanda, N., 2000, "Los extraños.", Ed. Emecé, ISBN: 9500421364